Julio
Florencio Cortázar fue un escritor argentino que nació en Bruselas, el 26 de agosto de 1914 y falleció en París,
el 12 de febrero de 1984, debido a que los contenidos de su obra transitan en
la frontera entre lo real y lo fantástico, suele ser puesto en relación con el
realismo mágico e incluso con el surrealismo. Fue emparentado con Borges como
inteligentísimo cultivador del cuento fantástico, los relatos breves de
Cortázar se apartaron sin embargo de la alegoría metafísica para indagar en las
facetas inquietantes y enigmáticas de lo cotidiano, en una búsqueda de la
autenticidad y del sentido profundo de lo real que halló siempre lejos del
encorsetamiento de las creencias, patrones y rutinas establecidas.
Frases
célebres de Julio Cortázar
«Cómo
cansa ser todo el tiempo uno mismo»
«Cada
vez sospecho más que estar de acuerdo es la peor de las ilusiones.»
«Me
atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de
un solo lado, jamás Wright ni Le Corbusier van a hacer un puente sostenido de
un solo lado.»
«Andábamos
sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.»
«La
risa ella sola ha cavado más túneles útiles que todas las lágrimas de la
tierra.»
«Después
de los cuarenta años la verdadera cara la tenemos en la nuca, mirando
desesperadamente para atrás.»
«La
humanidad empezará verdaderamente a merecer su nombre el día en que haya cesado
la explotación del hombre por el hombre.»
«Piensa
en esto, cuando te regalan un reloj te regalan algo que es tuyo pero que no es
tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado
colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los
días, te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga
al suelo y se rompa. Te regalan la tendencia a comparar un reloj con los demás
relojes,… no te regalan un reloj, tú eres el regalado.»
«Creo
que todos tenemos un poco de esa bella locura que nos mantiene andando cuando
todo alrededor es tan insanamente cuerdo.»
«Buscas
eso que llamas la armonía, pero la buscas justo ahí donde acabas de decir que
no está, entre los amigos, la familia, en la ciudad.»
«Hubiera
sido tan fácil organizar un esquema coherente, un orden de pensamiento y de
vida, «una armonía. Bastaba la hipocresía de siempre, elevar el pasado a valor
de experiencia, sacar partido de las arrugas de la cara, del aire vivido que
hay en las sonrisas o los silencios de más de cuarenta años.»
«Ven
a dormir conmigo: no haremos el amor, él nos hará.»
«Regalos
insignificantes como un beso en un momento inesperado o un papel escrito a las
apuradas. Pueden ser valorados más que una joya.»
«Detrás
de este triste espectáculo de palabras, tiembla indeciblemente la esperanza de
que me leas, de que no haya muerto del todo en tu memoria.»
«Mi
interés se tornó bien pronto analítico. Cansado de maravillarme quise saber; he
ahí el invariable y funesto fin de toda aventura.»
Comentarios
Publicar un comentario